Nací en Madrid en 1966, aunque mi infancia transcurrió entre Valladolid y Alicante, siguiendo los traslados laborales de mi padre, quien trabajaba en Galerías Preciados. Esta etapa, marcada por los cambios y la adaptación, moldeó mi carácter y me enseñó desde muy joven a afrontar los desafíos con resiliencia, optimismo y una sonrisa.
De formación profesional soy delineante, una disciplina que ha potenciado en mí un fuerte componente creativo, tanto en mi trayectoria laboral como en mis aficiones personales. La precisión del dibujo técnico y la necesidad de comunicar visualmente se han trasladado con naturalidad a mis proyectos narrativos, especialmente en el ámbito del cuento ilustrado.
Aunque mi amor por la lectura llegó de forma tardía, fue tan intenso como transformador. Autores como Julia Navarro, Arturo Pérez-Reverte o Isabel Allende me inspiraron no solo a leer con devoción, sino también a comenzar a escribir todo aquello que llevaba tiempo gestándose en mi interior. Desde entonces, he reunido una amplia colección de textos en prosa, poesía y microrrelatos, que permanecen a la espera de ver la luz.
Durante un periodo de preparación de oposiciones, canalicé mi vocación didáctica elaborando manuales no publicados sobre construcción y dibujo técnico, en los que combinaba el rigor académico con anécdotas y curiosidades para facilitar el aprendizaje.
Mi primer libro publicado fue Ya la capitana nace, un cuento ilustrado que vio la luz durante una etapa de cuidados familiares intensos y que dio origen al universo de los “Cuentos de Naira”. De esa semilla nació también Naira, el comienzo de su sueño, segunda entrega de la colección, que continúa las aventuras de una niña que, desde muy pequeña, sueña con ser la capitana de un barco capaz de llevarla a lugares mágicos llenos de enseñanzas, valores y descubrimientos.
Mi más reciente publicación es Iballa, corazón samurái (Editorial Círculo Rojo, 2025), un cuento que entrelaza la tradición cultural de Canarias y Japón a través de una historia llena de imaginación, leyendas ancestrales y aprendizaje emocional. Esta obra refuerza mi compromiso con una literatura infantil que inspire, eduque y deje huella tanto en niñas y niños como en sus familias.
A través de mis libros busco no solo contar historias, sino también transmitir valores, despertar la curiosidad por el mundo y ofrecer un pequeño refugio de imaginación en cada página. Mis dos hijos, hoy ya adultos, fueron mis primeros cómplices en esta aventura literaria: crecieron con libros entre las manos, y con ellos descubrí la magia de contar y compartir.